Formulario de Contacto

domingo, 21 de julio de 2019

EL CABALLO, EL CIERVO Y EL CAZADOR


Por: Juan Felipe Díez Castaño.
 
En su libro títulado “Como mueren las democracias”, los profesores de la universidad de Harvard, Steven Levitsky y Daniel Ziblatt (2018)[1] parten de la fábula de Esopo denominada El caballo, el ciervo y el cazador, para realizar una alegoría de como en muchos paises, el pueblo en elecciones democráticas, entrega la institucionalidad de una república -el caballo-, a un líder mesiánico y providencial -el cazador-, que se hace con el poder en el marco de una problemática social que hay que solucionar -cazar al ciervo-. No obstante, el líder, una vez se ha montado en el caballo, se aferra a él con cadenas y riendas, evidenciando así toda la megalomanía, el totalitarismo y el autoritarismo propio de su carácter. En ese momento muere la libertad del “caballo”, muere la república, perece la democracia. El cazador usa toda una serie de estrategias para eliminar los sistemas de pesos y contra pesos en el ordenamiento constitucional -concentración del poder-, persigue la independencia del poder judicial y si este se atreve a cuestionar sus actuaciones, lo acusa de persecución política para deslegitimar las decisiones jurídicas en su contra. La fábula de marras es la siguiente:


Un caballo decidió vengarse de cierto venado que lo había ofendido y emprendió la persecución de su enemigo. Pronto se dio cuenta de que solo no podría alcanzarlo y, entonces, pidió ayuda a un cazador. El cazador accedió, pero le dijo: «Si deseas dar caza al ciervo debes permitirme colocarte este hierro entre las mandíbulas, para poderte guiar con estas riendas, y dejar que te coloque esta silla sobre el lomo para poderte cabalgar estable mientras perseguimos al enemigo». El caballo accedió a las condiciones y el cazador se apresuró a ensillarlo y embridarlo. Luego, con la ayuda del cazador, el caballo no tardó en vencer al ciervo. Entonces le dijo al cazador: «Ahora apéate de mí y quítame esos arreos del hocico y el lomo». «No tan rápido, amigo —respondió el cazador—. Ahora te tengo tomado por la brida y las espuelas y prefiero quedarme contigo como regalo.»

«El caballo, el ciervo y el cazador», Fábulas de Esopo



[1] Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, Como mueren las Democracias, editorial Ariel, 2018, pág. 13.

No hay comentarios:

Publicar un comentario