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domingo, 16 de febrero de 2020

DE AYND RAND Y DE UN PROVERBIO ASANTE


"No existe el bosque, solo los árboles individualmente considerados", decía la filósofa Ruso-Americana Aynd Rand (1905-1982), declarando que el egoísmo individualista era el único valor verdaderamente válido. Aynd Rand era una suerte de señora cascarrabias que hablaba acerca de lo malo que iba el pensar en la solidaridad social. El neoliberalismo seguiría su crédo hasta hoy al pie de la letra -desmantelando los derechos sociales y favoreciendo el egoísmo individual bajo reducciones tributarias a los grandes capitales-. En 1924, Robert Sutherland Rattray se convirtió en el primer jefe del Departamento Antropológico británico de los Asante, uno de los mayores grupos étnicos y parte de la colonia británica de la Costa de Oro, de la actual Ghana-Africa. Su trabajo era llevar a cabo un estudio de la sociedad, la política y la religión Asante. Transcribió este proverbio muy utilizado por los Asante:

"Cuando un pollo se separa del resto, el halcón se lo llevará".

domingo, 2 de febrero de 2020

CONTRA EL HIBRIS


Hibris significaba para los griegos “arrogancia, soberbia y exceso de Confianza en nuestras posibilidades de delinear el mundo a nuestro antojo.” (Gaviria, 2019, p.139).

Un filósofo Romano pronunciándose contra el “Hibris” afirmó:
“No tengas esperanza en la constitución de Platón; antes bien, confórmate, si progresas en el mínimo detalle, y piensa que este resultado no es una insignificancia. Porque, ¿quién cambiará sus convicciones? Y excluyendo el cambio de convicciones, ¿qué otra cosa existe sino esclavitud de gente que gime y que finge obedecer?” (Aurelio Marco, trad. 2017, p. 63).

Referencias:

- Gaviria A. (2019) Si quiera tenemos las palabras, Bogotá, editorial Planeta de libros colombiana.

- Aurelio M. (2017) Meditaciones,  editorial Free editorial Publishing House, recuperado de: https://freeditorial.com/es/books/meditaciones-de-marco-aurelio

DISCURSO DE APERTURA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNIVERSIDAD DE ENVIGADO 2020-1: UNA REFLEXIÓN SOBRE LA JUSTICIA


El 1 de diciembre de 1955 en la ciudad de Montgomery, una mujer de raza negra llamada Rosa Parks, se negó a ceder el asiento de bus a un hombre blanco y moverse a la parte trasera del mismo como se lo ordenaban las leyes racistas del Estado de Alabama-EEUU, por tal motivo fue a la cárcel. Su acción de rebeldía frente a una norma injusta, derivó en la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos en ese país que buscaban la igualdad de trato ante la ley y la no discriminación en razón de su color de piel.

El 13 de junio de 1936, un ciudadano alemán llamado August Landmesser, fue el único en medio de una multitud, que se negó a hacer el saludo nazi en un evento público en el que participó Adolf Hitler, al que tuvieron que acudir los trabajadores de los astilleros de Hamburgo-Alemania. Su acto de altura moral estaba profundamente motivado por el amor. Su compañera de vida Irma Eckler, era judía y las leyes de Núremberg de los Nazis, prohibían a los alemanes contraer matrimonio legal con mujeres judías. Sin embargo, nunca dejó a su mujer a pesar del riesgo que esto podía traerle. Posteriormente ella fue llevada a un campo de exterminio donde fue asesinada. Él fue reclutado por la fuerza para el ejército, donde fué asesinado.

El 12 de octubre de 1936 el rector de la Universidad de Salamanca Don Miguel de Unamuno se enfrentó a un auditorio lleno de fascistas, quienes más tarde destruirían la República Española y establecerían una cruenta dictadura que duraría unos 36 años. Mientras el General Millán Astray, en el escenario y ante todos sus matones trogloditas de extrema derecha gritaba: "¡viva la muerte!, ¡muerte a los intelectuales!", el estoico y anciano rector, aún a riesgo de jugarse la vida y armado sólo con su sabiduría exclamó: ¡Viva la vida!. Por su desafío, Don Miguel sería cesado de su cargo por el gobierno fascista de Franco.

Entre 1850 y 1861 Harriet Tubman, una afroamericana que se había fugado de su esclavitud, realizó más de 11 viajes en los que rescató a más de 300 esclavos de plantaciones de algodón ubicadas en el sur de los Estados Unidos -donde la esclavitud era legal-, ayudándolos a escapar a los estados del norte donde ese flagelo para entonces ya estaba abolido. No solo eso, instruyó a otros en las rutas y procedimientos de rescate, lo que generó que muchos otros siguieran su ejemplo y liberaran aún más personas.

El 5 de julio de 1948, Nye Bevan, un hombre que ya rondaba los 50 años de edad, en su calidad de ministro de salud del gobierno del partido laborista de Clement Atlee, fundaba en Inglaterra el NATIONAL HEALT SERVICE -NHS-, el primer servicio público de salud universal de la historia de la humanidad, que se le prestaba a todos los habitantes, especialmente a los más pobres, de manera gratuita y con calidad.

Nye Bevan, en su infancia había sino un niño minero que trabajó en las sucias minas de carbón de Gales. En ese entonces había visto morir a su padre de neumoconiosis pulmonar tras una larga agonía; una enfermedad que este había adquirido en su duro trabajo, también como minero. Había muerto por que su familia era tan pobre que no tuvo el dinero para atender el alto costo de la enfermedad, ya que la salud en ese entonces, más que hoy, era una cuestión de quien podía permitir pagársela. En ese momento se juró así mismo que si algún día tenía la oportunidad, nadie jamás moriría por no tener con que pagar la cuenta del hospital.

Recientemente el filósofo Búlgaro Tzvetan Todorov (2012)[1] expresó:
“Ser civilizado no significa haber hecho estudios superiores, o haber leído muchos libros, y por lo tanto poseer un gran saber. Todos sabemos que esos conocimientos no impidieron acciones totalmente bárbaras. Ser civilizado significa ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los demás, aunque sus rostros y sus costumbres sean diferentes de las nuestras, y saber también ponerse en su lugar para vernos a nosotros mismos desde fuera.” (p.177).
Miles de libros y leyes han sido escritas respectivamente por filósofos, teólogos y legisladores, tratando de definir un concepto universalmente válido acerca de la noción de justicia. Sin embargo, nunca nadie ha podido lograr un consenso y los debates sobre el tema en la actualidad son verdaderas conflagraciones intelectuales.

A pesar de lo anterior, todos los que estamos aquí reunidos sin excepción alguna, somos capaces de reconocer como profundamente justas, las cinco acciones humanas con las que he decidido abrir y a su vez cerrar esta fugaz bienvenida. Esto nos entrega la certidumbre afortunada de que la justicia, ese antiguo sueño de la humanidad, no es una vana aspiración de los románticos poetas, y que ella si existe. Lo visto, también nos enseña una noble lección que espero conserven en su memoria: La justicia más que en el conocimiento o en las leyes, se puede encontrar a diario, en la belleza que rodea las buenas acciones humanas. Antes que buenos profesionales, el mundo necesita buenos seres humanos.

Nunca lo olviden.


[1] Todorov T. (2012), Los enemigos íntimos de la democracia, editorial Galaxia Gutemberg círculo de lectores, Barcelona.